¿Qué decirles a los niños sobre la guerra?
Estimada familia, me tiemblan las manos cuando escribo para ustedes y pienso en los niños víctimas de la guerra en Ucrania, en sus heridas, ¿cómo estarán los niños con enfermedades crónicas?, los niños con afecciones mentales, los huérfanos, los que tienen que abandonar el país. También reflexiono en los niños y niñas que ven los titulares sorpresivos, ¿qué piensan cuando ven a sus iguales como tapices debajo de las bombas? ¿Qué decirles a tus niños cuando ven a sus iguales en la guerra?
Cuando se precipita una guerra su descarga bestial no deja piedra sobre piedra. Son inhumanas para cualquier ser viviente, pero, sobre todo:
para los niños y las niñas.
En ellos se viola sin compasión:
- El derecho a la vida, su fragilidad.
- El derecho de la protección por su supervivencia.
- Se quebranta el derecho de permanencia en el único lugar más seguro para un niño: su familia, porque muchos son separados de ellas.
- Se vulnera el bienestar físico y psicológico que dejan secuelas imborrables en ellos (trastornos mentales, desnutrición, precariedad, hipotermia, hipertermia…)
- Son forzados a salir de su entorno habitual para moverse a campos de refugiados, donde tienen que esperar incluso años en unas condiciones inflexibles para la mente de los niños.
- Queda devastada la estructura cognoscitiva, conductual, afectiva y motivacional que los niños han construido psicológicamente desde su nacimiento.
Pero también hay niños que mueren
Sufren de mortales heridas, reclutamientos forzados, violencia sexual, mutilación, y son usados como escudos humanos en naciones donde hay conflictos armados.
Súmale a esto las crisis normativas que llegan en bandeja de oro según la etapa y afrontar la desconcertada perdida de los seres más queridos.
Se afecta la natalidad debido a millones de personas fallecidas como sucedió en la trascendental guerra civil rusa, en la década de 1920.
En la Segunda Guerra Mundial, asesinaron aproximadamente 1,5 millones de niños.
¡Qué decir de la guerra en Siria, dejó sin vida a 12 mil niños! De acuerdo con un balance publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En el espacio de noticias de la cadena de televisión española Cuatro refirió en su portada, que al menos en Ucrania 112 niños han fallecidos y mas de 140 han resultado heridos, la mayor parte de las victimas infantiles se han registrado en la capital, Kiev.
Parte el alma observar toneladas de hierros hirviendo donde tal vez había una escuela, un parque para los niños, un hospital, un orfelinato o quizás un hogar.
Este conflicto embrutecido y angustiante entre Rusia y Ucrania ocupa los titulares de los principales medios, y se maneja obviamente en el medio familiar, escolar y social por lo que puede producir en los niños sentimientos de miedo, inseguridad, tristeza en fin estados de ánimo inestable.
En primer lugar, vamos a destacar algunas de las reacciones psicofisiológicas que pueden expresar los niños, se encuentren o no involucrados en este conflicto.
Reacciones psicofisiológicas
- Pueda que hablen más, o no hablar en absoluto y reprimir sus emociones en un profundo silencio.
- Llanto y fatiga emocional.
- Sudación, taquicardia, episodios de diarrea, dificultades en el lenguaje…
- Sienten miedos de estar solos por ejemplo separarse de sus padres, estar en el baño, dormir solos, pesadillas centradas en sus angustias, temor de estar en el jardín o en el entorno escolar.
- También pueden presentar preocupación excesiva por la vida de sus seres queridos u otras personas.
- Presencia de conductas regresivas como orinarse en la cama, no comer o vestirse solo, condicionando también la perdida de autonomía.
- En el adolescente se puede evidenciar cierto aislamiento, letargo e irritabilidad emocional, estado de ánimo y emociones disfuncionales.

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¿Qué decirles a tus niños sobre la guerra y pacificar sus incertidumbres?
8 claves para ti
1. Investiga lo que conoce y como se siente.
Si es menor de 6 años es un tema que tal vez no comprendan debido a la complejidad del mismo, pero si hazle saber de forma serena y simple que donde se encuentra hay paz y su familia está segura. Puedes decirles que utilicen sus colores y verás cómo en sus dibujos expresan sus emociones, leer cuentos, actividades con los objetos o juegos de roles con diferentes disfraces.
Si tus hijos son mayores de 6 años, favorece o anticipa un lugar y el momento apropiado donde tu hijo/a se sienta cómodo, y de forma natural comienza a manifestar y hablar sobre el tema.
Escucha y presta atención con serenidad qué conoce sobre lo que está ocurriendo y cómo se siente, intenta no interrumpirlo. Maneja que no sea antes de ir a la cama.
2. Revisa lo que están observando, corrige lo que escuchan con sentido de seguridad.
Los niños pueden escuchar de diferentes formas las noticias en el parque, en la escuela con sus amigos, o gimnasio, donde reformulan y construyen desde su lente informaciones a través de retazos, y consiguen recrear escenas mentales sobre ello o darlas por hecho.
Debido al creciente número de imágenes y titulares en ocasiones inesperados, los niños más pequeños pueden percibir que la guerra está sucediendo en su entorno, porque no perciben su realidad, muchos presentan poca madurez espacial, mientras que otros fantasean. Pero en los niños mayores pueden reprimir emociones con silencios o les puede provocar miedo, angustia y ansiedad infantil. Es por ello que:
3. Favorece su tranquilidad.
Los niños tienen derecho de decirles lo que está aconteciendo en el mundo, ¿verdad? y cuando la guerra es evidente la función nuestra como padres está centrada en salvaguardar a capa y espada los estados emocionales de los niños sus angustia y ansiedades. Por tanto, aunque te sientas triste como respuesta de lo que acontece, recuerda que los niños absorben como esponjas y filtran tus señales emocionales, así que trata de no expresar en exceso los temores con tus hijos.
No obstante, si quieres llorar lo puedes hacer, pero la cuestión radica en no sobre estimular al niño sin contención. Evita los detalles innecesarios, háblales con calma y tenga en cuenta su lenguaje corporal, y también las expresiones faciales.
Defiende la idea de que las guerras provocan pérdidas irremediables, que atenta contra lo más sagrado: la vida, y refuérzale que hay muchas formas apropiadas y racionales para resolver los problemas defendiendo, sobre todo, la paz.
4. Cultiva la sensibilidad, no decirles el rótulo de:
«Son un desastre de gente» «pueblo criminal» «egoístas» «Púdrete» Si familia, las guerras provocan criterios de división, discriminación o prejuicios, más bien maneja la importancia de fomentar la empatía con tus niños, el espíritu de solidaridad hacia los demás y la tolerancia étnica sin importar raza, cultura o religión.
Estimula desde el afecto la sensibilidad por los niños víctimas de la guerra, los abuelos que tienen que salir huyendo de sus hogares. Los niños que están privados de afecto no pueden sentir empatía, porque solo se tienen a sí mismo, pero tú estás ahí, a su lado.
Revisa que, aunque la guerra este ocurriendo en otros escenarios u otro país puede que algún familiar o el niño estén experimentando esta discriminación o amenazas. Anímalos para que cuenten si han sido discriminados o amenazados en su entorno ¿qué te parece?
5. Enséñales el altruismo.
Asegúrate de decirles a tus niños que existen personas trabajando tenazmente en todo el mundo para detener este conflicto angustiante y encontrar la paz. También hay grupos de socorristas y voluntarios que realizan actos de valentía, ternura y misericordia.
Estimula conductas auténticas de participación en la toma de medidas efectivas. Tal vez tus hijos podrían dibujar un póster, hacer historietas, escribir cartas, escribir un poema por la paz. Tal vez la familia puede participar en una recaudación de fondos locales o unirte en oración de petición por la paz.
Demuéstrales a tus hijos que es un acto de valor moral y humano comprender por lo que otros están pasando y la sensación de hacer algo, que no importa del tamaño que sea, pero trae alivio para muchos y regocijo en el corazón de tus niños.
6. ¡Cuidado cuando termines la conversación!
Cuando termines de conversar con los hijos sobre estos temas tan complicados, es muy importante que revises la presencia de estados de angustia, ansiedad, fíjate en sus movimientos corporales, sus gestos faciales, como esta su respiración y tono de la voz.
Recuérdales que estás ahí para apoyarlo y escuchar sus conversaciones.
7. Permanece explorando con tus niños…
En la medida que avanza la guerra aumentan las noticias, los escenarios se tornan más hostiles y violentos, las pérdidas de vida humanas crecen y los daños materiales son excesivos y evidentes, pregúntale cómo les va, si tienen alguna pregunta, algo que les preocupe que no comprendan, o alguna situación que quieran conversar contigo.
Debes de estar atento ante alguna reacción de las mencionadas si lo notas muy ansioso, decaído dolores de estómago, episodios de diarrea. Los niños tienen diferentes reacciones a los eventos adversos, y muchas de estas respuestas obedecen a lo que ven y escuchan. Estas reacciones situacionales pueden aparecer por poco tiempo y son “normales” ante la presencia de eventos estresantes.
Pero si las reacciones continúan por un período prolongado de más de 6 semanas, tu hijo/a puede necesitar apoyo especializado.
Ayúdales a disminuir el estrés desarrollando actividades como los ejercicios físicos de relajación, conversar, cooperar en la elaboración de su plato favorito, y defender rutinas saludables.
Por aquí te dejaré 2 ejercicios de la guía: 5 emociones para conocerme mejor. ¿Bien?
Ejercicios de visualización
Anima a tu niño a crear una imagen diferente de lo que ve, y asegurate de que lo haga, las visualizaciones quedan guardadas en el inconsciente, esperando el momento preciso para su expresión en el plano físico y consciente.
Los ejercicios de visualización resultan excelentes antes de la hora de dormir en caso de que tu hijo/a tenga miedo, o si se ha despertado por algún mal sueño.
Guiarás la actividad pidiéndole que cierre los ojos y comenzarás a acariciarle la frente. Luego le comenzarás a describir lugares, situaciones u objetos agradables, los cuales el deberá imaginar. De esta manera centrará su atención en cuestiones agradables y olvidará, poco a poco, el estado de displacer. Por lo general, lo más sencillo es leerles o contarles algún cuento breve, de forma pausada, para distraerlos.
El juego del plumero o la pelota
El segundo de estos ejercicios de relajación para niños puede incluso servir como una especie de juego. De esta manera, el niño/a podrá ponerlo en práctica con sus hermanos menores o amigos.
Consiste en recostar a su pareja de juegos sobre una superficie cómoda, pedirle que cierre los ojos, y a continuación deslizar un plumero por los brazos y piernas de su compañero.
Es igualmente efectivo deslizar una pelota pequeña y suave por sus extremidades. Al transcurrir de 3 a 5 minutos será tiempo de cambiar de turno. Procura guiar la actividad para asegurarte de que el ejercicio se lleva a cabo de la forma correcta.
Recuerda algo: no siempre tienes que saber todo lo relacionado con el conflicto de la guerra, pero como es un tema que se repite en el día, prepárate para decirles a tus hijos una respuesta.
Si pregunta en la cama trata de hacer una lectura de cuentos favoritos con emociones y mensajes positivos o puedes aplicar los ejercicios de relajación que incluí en el post.
8. ¡Cuídense mucho!
El contacto recurrente ante las noticias, ver el sufrimiento emocional de otros, la precariedad social sobre escombros, como adultos al estar más condicionados al medio social, llega un momento en que se hace evidente un agotamiento sentimental y de impotencia debido a lo que están pasando otras personas, y que tal vez ya usted haya pasado por un evento o incidente crítico.
→ Por aquí les dejo algunos consejos para realizar en familia:
- Tener descanso y desconexión de las sobrecargas de noticias.
- Mantener el contacto con familias y amigos.
- Practicar deportes.
- Practicar actividades de ocio, culturales o religiosas.
- Tomar el sol, dentro de lo posible al menos 30 minutos al día.
- Regálese la práctica de un hobby.
- Realice técnicas de relajación.
- Busque el contacto con la naturaleza.
Les sugiero si tienen hijos adolescentes compartir en familia películas centradas en conflictos bélicos como “La vida es bella”, “El diario de Ana Frank”, y decirles a través de reflexiones inteligentes sobre la necesidad de vivir en estado de paz y también preservarla.
¿Qué decirles a los niños sobre la guerra?
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